Buscando algo que hacer...(Libre)

Pero que aburrido había estado todo últimamente.
La mayoría del tiempo me la pasaba en mi habitación porque realmente me gustaba pasar tiempo ahí o andaba por el reino con mi hermana, a la que por cierto hace varios días que no la veía y la extrañaba porque era con ella con la que me pasaba el tiempo cuando no estaba...encerrada en mi habitación, como me decían los demás.

Pero hoy no estaba ella, quien sabe donde se había metido. Aparte que el ultimo libro que estaba leyendo lo termine y quería ir a comprar otro...bueno por lo regular cada vez que decía que iría por un libro, regresaba por muchos más, pero era eso lo que más me entretenía...leer, adoraba leer.

Así que decidí ir a la biblioteca a la que siempre iba, a la que estaba cerca de la plaza, en el terreno neutral como le decíamos, aquel lugar donde no pertenecía a ningún reino. Era bueno ya que siempre andaba por el reino e ir a otro lugar donde no te digan que no eres bienvenida, hacia bien.

Tome mi chaqueta y me despedí de mi madre a la que tuve que convencer de que me dejara salir porque estaba vez iba sola, y me encamine a esa plaza...bueno mas bien a la biblioteca. A lo mejor en el camino me encontraba a mis hermanos, y así me entretenía más. Realmente necesitaba salir...y hacer algo.

Era una tarde fantástica.

Por una vez, me alegraba de que mi familia fuera tan... a su aire, y hay que disculpar mi juego de palabras... porque eso me permitía ir a donde yo quisiera cuando yo quisiera. Bueno, menos al territorio de los Fire y los Land. Los Fire realmente no me preocupaban demasiado, pero lo sentía por lo de los Land... era muy difícil ver a Monique sólo en terreno neutral.

Decidí ir al terreno neutral, más concretamente a dar una vuelta por la plaza.
Mamá se limitó a sugerirme con indiferencia que cogiera una chaqueta, no me fuera a resfriar, aunque era más que evidente que le importaba un bledo. Me crucé con Megan por los pasillos del castillo, pero ella no me vio, o al menos hizo como si no me viera.

Así que directamente me encaminé hacia la plaza. Al llegar, anduve un rato paseando, cuando de pronto me giré en redondo, para seguir distraídamente la dirección de un soplo de viento especialmente juguetón. Entonces me choqué con alguien.

Sacudí la cabeza, agradeciendo en silencio que ninguna de las dos nos hubiéramos caido, y me sonrojé levemente por la verguenza casi sin darme cuenta:
-Discúlpeme.-musité con educación.

Pero al levantar la cabeza, me encontré con... Monique.
-¡Oh, dios, Monique!-exclamé alegremente, lanzándome hacia ella para abrazarla.

Bueno...Al parecer salir del reino me había hecho bien.
Por aquí todo parecía estar diferente, parecía como si esa tonta guerra no estuviera presente y lo agradecía. El asunto que ya tenia tiempo entre los reinos me molestaba y aunque éramos "aliados" de los del reino agua, era difícil saber que no podía tener amigos con los de los otros dos reinos. Aunque eso no me impidió tener como amiga a Lia, esa chica si que era realmente linda.

La había conocido ya algún tiempo y nos llevábamos bien, aunque no nos veíamos mucho por todo eso de nuestras familias. Pero como dije...en el terreno neutral ya no importaba eso, aquí podíamos platicar como si nada pasara realmente.

Me distraje un poco viendo una tienda por la que pasaba a lado y no me di cuenta de que alguien iba delante de mí. Tan solo sentí el golpe, aunque no tan fuerte como para que hubiéramos caído.

-Cielos! Lo siento, fue mi culpa...-intentaba disculparme, vi una cabellera rubia que se me hizo conocida.

Cuando la chica se volteo confirme de quien se trataba -Lia!!!- casi grite al mismo tiempo que la abrazaba fuertemente. Sonreí contenta de habérmela encontrado precisamente hoy, ya tendría compañía y que mejor que de una amiga como ella.

Monique se intentó disculpar diciendo que había sido su culpa... si bien había sido mía; por aquella costumbre de seguir el viento sin darme cuenta de que habría obstáculos con los que tropezarme... hasta que se dio cuenta de que era yo.
Entonces gritó mi nombre y me abrazó casi con más fuerza como yo a ella.

Yo la solté al fin, y observar su sonrisa sólo sirvió para acrecentar la mía:
-Me alegro tanto de verte...-dije dulcemente.- Justamente pensaba en ti. ¡Oh, estás preciosa! Y no hace demasiado que no nos vemos. ¿Cómo puedes estar tan preciosa en tan poco tiempo? Por favor, dime tu secreto.-reí levemente.

Lia me había abrazado al mismo momento en que yo lo hice. Ella era prácticamente como mi hermana, aunque si Lucia se enterara realmente que también consideraba mi hermana no estoy segura de que precisamente se alegraría por eso.

La solté y la mire con una gran sonrisa en mis labios -Me alegra tanto encontrarte!-dije con entusiasmo mientras escuchaba lo que ella me decía.

Reí un poco junto con ella cuando me pidió "mi secreto" para verme mejor -Estas exagerando, estoy igual que la ultima vez que nos vimos- le dije moviendo mi cabeza restándole importancia al hecho de que yo me veía bien -De hecho la única linda de por aquí eres tu!-le dije al momento en que la abrazaba de nuevo rápidamente

-Pero que te trae por aquí??? Tenemos que hacer algo!murmuré viendo a mi alrededor con un poco más de entusiasmo con la que salí de mi casa, siempre me terminaba divirtiéndome a lo grande con ella.

Monique me soltó también y dijo con entusiasmo que le alegraba mucho encontrarme.

Yo asentí sonriente. Evidentemente, también estaba muy contenta de verla. Ella siempre había sido más cercana que cualquiera de mi familia. Me llevaba bien con Megan, más o menos, y con alguna otra, pero Monique siempre me había parecido más hermana que cualquiera de ellas. Ojalá hubiera sido de mi familia.

Monique rió y aseguró moviendo la cabeza que estaba exagerando, porque estaba igual que la última vez, y que la única linda era yo. Entonces me volvió a abrazar, y yo le devolví el abrazo:
-Bueno, digamos que las dos estamos preciosas...-dije divertida.- Aunque nunca llegaré a creerme que alguien con un cabello castaño tan perfecto, unos ojos tan perfectos, un rostro tan perfecto, y un cuerpo tan perfecto, insista en que yo soy la guapa.

Monique murmuró que qué me traía por ahí, y que teníamos que hacer algo.

Yo le sonreí tiernamente y sacudí la cabeza:
-Nada en especial, sólo quería salir a pasear. Hace una tarde fantástica, y además con un viento especialmente juguetón.-reí ligeramente.- Oh, y tú, ¿qué haces por aquí?-quise saber, curiosa.- Ah, por supuesto. ¿Pero qué? Hay tantas opciones...-suspiré encantada ante la idea.

Me devolvió el abrazo cuando le había dicho que ella era la linda aquí. Bueno la verdad es que ella si estaba muy bonita y quien dijera todo lo contrario era porque seguramente tenía mal gusto o era envidioso.

Reí divertida cuando menciono que ambas estábamos lindas -Bueno...digamos que estoy de acuerdo-le respondí a eso y la miré con el ceño fruncido cuando empezó a describir a alguien con todos los rasgos perfectos -Bueno y quien es esa chica que no la veo por aquí...-le dije divertida mientras volteaba alrededor de nosotras, de hecho yo casi no me consideraba atractiva, siempre decía que era ella o mis hermanas más lindas que yo.
-Aunque estaría demente el que no opinará que eres muy linda...-le dije con una sonrisa sincera,la verdad es que ella era como mi mejor amiga y la quería mucho.

Le había preguntado el motivo de su presencia en la plaza y ella me respondió mientras la veía aun con una sonrisa y casi reí cuando dijo sobre un viento juguetón.
-Pues yo...ya sabes como me gusta leer...Así que vine por un libro, ya me terminé todos los nuevos que había comprado- le respondí cuando me pregunto que hacía yo por aquí y casi me sonroje al admitirlo.

Suspire y volví a mirar a nuestro alrededor y después la mire a ella cuando estuvo de acuerdo en que debíamos hacer algo juntas -Entonces...Tu decides esta vez!-le dije divertida mientras enganchaba un brazo con el de ella y empezaba a caminar.

Monique rió y dijo que estaba de acuerdo, pero frunció el ceño, y volviéndose, añadió divertida que a aquella chica no la veía, y que estaría loco el que opinara que yo no era linda.

Yo reí suavemente con ella, pero la cogí con ternura del brazo:
-Anda, quieta, que te vas a marear. Bueno, digamos que estamos empatadas.-me rendí al fin, viendo que era sincera.

Monique se sonrojó al decirme que venía a por un libro, porque ya había terminado todos los que había comprado.

Yo sacudí la cabeza, sonriente, y casi sin querer seguí con la vista a otro soplo de viento, para volver mi atención de nuevo a mi amiga:
-Ay, Monique, mi devoradora de libros... Lo cierto es que yo también necesito libros nuevos, los que me quedan por leer en la pequeña biblioteca del palacio son todos muy aburridos.-sonreí dulcemente.

A la familia De L´air, generalmente, no le gustaba leer. Siempre tenía cosas mejores que hacer. Los libros eran considerados mayormente inútiles; y mejor que leer palabras encerradas en papel y tinta, prefería escuchar lo que susurraba el viento. A mí, por supuesto, también me gustaba aquello, pero igualmente era una pequeña devoradora de libros con Monique.

Mi amiga suspiró, observando alrededor, y me miró de nuevo, diciendo divertida que decidía yo, mientras me cogía del brazo para comenzar a andar.

Yo dudé un instante, pero andé junto a ella:
-No sé... de momento un paseo no nos vendrá mal.-sonreí ligeramente.- Creo que el pastelero está haciendo unos bollos a estas horas... pero no me conviene engordar.-musité desilusionada como una niña pequeña.- Aunque hay otros placeres que no engordan...-añadí sonriendo de nuevo.- Por ejemplo, Micky el músico. Probablemente esté tocando por aquí. Le gusta que le acompañen.

Se había reído suavemente conmigo cuando mencioné de nuevo su lindura y me tomo del brazo argumentando que terminaría mareada. Volví a reir levemente y asentí cuando dijo que estabamos empatadas -Bueno...Quedamos así entonces-le dije con una sonrisa abierta.

Vi como miraba por otro lado, imagine que sería un soplo de viento ya que había mencionado que estaba juguetón hoy y cuando ella decía eso era porque estaría todo el día interactuando con el viento. Cuando volvio su atención a mi y me llamo devoradora de libros, juró que me volví completamente roja.

Aunque ella lograba compartir esa afición conmigo, siempre me llamaba asi y por supuesto...Siempre reaccionaba de la misma forma, sonrojandome.
-Esa es una de las razones por las que te quiero tanto...-le dije refiriendome a que ella también iría a comprar libros -Podemos ir a la biblioteca que esta por aquí mas tarde-le comenté con una sonrisa.

Como la había tomado del brazo para caminar, sentí como había dududo un poco y después caminó conmigo. Escuche sus sugerencias y reí cuando menciono los bollos y eso de engordar -Vamos...No creo que un bollo nos haga mal, hay que darnos ese lujo de vez en cuando, hace mucho que no pruebo uno-le contesté sin poder recordar cuando había comido un bollo, eso de cuidarse a veces no me gustaba, aunque casi no me gustaba privarme de mis antojos aparte que casi no me importaba como era fisicamente.

-Vallamos con Micky el músico-dije con entusiasmo mientras seguia pegada a ella por el brazo y cruzabamos hacia esa parte de la plaza que nos llevaría aver ese espectaculo que se llevaba a cabo casi todos los días y que cada vez que andabamos juntas pasabamos un momento por ahi a observarlo...